Los orígenes de los bomberos españoles

Aunque en época romana, en Hispania hubo "vigiles" como por ejemplo en el siglo I d.C. en Tarraco (Tarragona) y posteriormente en Hispalis (Sevilla), Cartago Nova (Cartagena) , Illerda (Lérida), Gades (Cádiz), Lucus (Lugo), Astigi (Ecija), Asturica (Astorga), Emerita Augusta (Mérida), Caesaraugusta (Zaragoza) o Barcino (Barcelona), tras la caída del Imperio Romano desaparecen los vigiles no volviendo a existir testimonios de cuerpos de bomberos organizados hasta después de la Edad Media.

En dicho período, algunas organizaciones gremiales se organizan para proteger a sus barrios de los incendios que proliferaban por el abigarramiento de las construcciones y el tipo de edificación utilizado. Durante la Edad Media sólo hay alguna constancia histórica de la creación de brigadas de vigilancia nocturnas para prevenir crímenes e incendios en el siglo XIII.

En la España moderna, se tiene constancia de la existencia de bomberos desde finales del siglo XV, cuando en Valladolid se ordena a unos treinta moriscos que se ocupen de apagar los fuegos existentes. Este rudimentario servicio, se organizó tras la Real Cédula de Juana la Loca, en 1515 que crea el primer servicio de matafuegos de España. Además, la reina Juana I de Castilla, concedía en 1515 la exención del pago del tributo de aposento y hospedaje a este grupo de treinta carpinteros musulmanes ( llamados en el documento "moros obligados al fuego"), a cambio de que fuesen con sus herramientas a apagar los fuegos que surgiesen en la villa al escuchar las campanas de las iglesias o siendo llamados por el concejo, recibiendo 3.000 maravedíes anuales por los servicios prestados.

Los primeros guardias contra el fuego que aparecen en Santander, datan de 1535, pero no es hasta el gran incendio de Valladolid del 21 de septiembre de 1561 (duró 3 días, murieron sólo 3 personas y se destruyeron el 10% de las casas de la ciudad) cuando se organiza una vigilancia permanente nocturna con 8 personas provistas de una trompeta para poder avisar a los vecinos en caso de incendio.

Parque de bomberos de Santa Engracia (1920 aproximadamente)

El 21 de junio de 1577, el propio rey Felipe II, asistido por el Duque de Alba, dirigió a un grupo de albañiles en las tareas de extinción de la Torre de la Botica del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial. Al poco, viendo la necesidad de proveer a la ciudad de materiales para sofocar las llamas, el 9 de julio de 1577 se adopta por el Consejo de la Villa de Madrid un "acuerdo sobre fuegos", a imitación del establecido años antes en Valladolid, haciéndose imprescindible reunir a un grupo de carpinteros, oficiales y alarifes, dotados del material necesario para socorrer a la capital en los casos de incendios creándose así el antecedente a los Bomberos en Madrid. En este acuerdo de la Villa se habla de materiales tales como 12 aguatochos grandes, 24 cubetos de cuero, 6 garfios con sus picas largas, 2 escaleras, 12 azadones de monte, 6 maromas delgadas... En 1618, se les nombraría como "Matafuegos de la Villa" (Puede leer más aquí https://historiabomberos.blogspot.com/2021/06/bomberos-ayuntamiento-de-madrid.html)

Se sabe que existían oficiales del fuego en Toledo desde antes de abril del año 1590, ya que en su archivo municipal, se conservan documentos de esa fecha en los que hay una súplica realizada por los oficiales del fuego de Toledo por la que solicitan que se les pague su salario anual.

Las bombas de agua, no llegarían hasta el siglo XVIII, que se habían reinventado, ya que en el Siglo III a.C., Arquímedes inventó la bomba de tornillo, usada por Senaquerib, rey de Asiria, ya en el siglo VII a.C., y en época romana, existía las bombas de Ctesibio, pero con la caída del Imperio se dejaron de usar. (Puedes leer más de la bomba de Ctesibio aquí https://historiabomberos.blogspot.com/2021/10/la-bomba-de-ctesibio-la-primera-bomba.html)

En 1708, en Bilbao, se concretó una compañía con un grupo de carpinteros, albañiles y artesanos, que junto con la bomba que obtuvieron en 1726, se encargaron de los incendios de la ciudad vasca.

En 1717, se publicaron en Barcelona unas ordenanzas municipales, que el marqués Castel Rodrigo, obligaba a las tropas del ejército y a los gremios de albañiles y carpinteros a colaborar en la extinción de incendios, y de igual modo, obligaba a las iglesias parroquiales a realizar el repique de campanas (toque de fuego). Ya por el 1734, el Ayuntamiento comenzó a comprarles materiales como jeringas de bronce y escaleras.

En Granada había algo parecido a un cuartel de bomberos desde el incendio del Convento del Carmen en 1723. Curiosamente, este convento se convertiría en Cuartel para bomberos.

En 1757, Barcelona, redacta un reglamento de 41 artículos, en el que se regulan los toques de aviso, atribuciones de los alcaldes de barrio, obligaciones de los gremios y recomendaciones de cómo atajar un fuego.

La primera vez que se hace referencia a la denominación " bombero" es en 1767, cuando el Ayuntamiento de Madrid contrata a Don Juan Jorge Graumpner, maquinista hidráulico y constructor de bombas, con el cargo de Maestro bombero (este término no se recogerá en la RAE hasta 1843).

El 29 de julio de 1777, Carlos III, promulga una Real Cédula para que se creasen pequeños parques de incendios en los "Reales Sitios". Debían disponer de elementos como: cubos de cuero, hachas de dos manos, azadas, piquetes y picos de una punta.

A raíz, del incendio del 12 de noviembre de 1778 en el Teatro de Comedias de Zaragoza, que ocasionó 77 muertos, el Real y Supremo Consejo del Reino, dictó el día 24, diversas disposiciones sobre prevención de incendios en teatros y una instrucción para apagar y cortar los incendios que ocurren en Madrid: " ... Los habitantes de la casa donde prendiese el fuego, y los vecinos que primero lo viesen, tendrán particular cuidado de avisar luego a la parroquia para que inmediatamente toque las campanas el sacristán, echando abuelo una o dos, y los demás sacristanes tocarán también las de sus respectivas parroquias en la conformidad que lo han hecho hasta ahora, sin que en ello padezca retraso ni omisión alguna... ".

En un bando municipal de Zaragoza de 1808 encontramos el nombre de "bombero"... Diciéndose que... los encargados de llevar la bomba de agua a los parajes en que se produzca un incendio, se le llamará bombero.

La primera noticia que tenemos sobre la creación de un servicio de contraincendios en La Coruña data de 1818, año en el que el municipio decide constituir una sección de bomberos, con objeto de atajar los siniestros que se pudieran producir en la población. Sin embargo, no hay constancia del desarrollo de este proyecto ni referencia alguna de que se llevase a cabo hasta 1835.

El 21 de febrero de 1821, se crea en Granada el "primer Cuerpo oficial de Zapadores-Bomberos de España" con la creación por parte del Ayuntamiento de un reglamento el 20 de febrero de 1821, comisionando como Capitán a D. José M. Ruíz Pérez para la preparación del personal ante cualquier siniestro y cuidar de la conservación de las maquinas y útiles. Estaba formado por 160 Voluntarios, de los cuales 87 eran albañiles, 45 carpinteros y 28 fontaneros.

A partir de 1822, imitando a los ingleses, se crea en Madrid la Sociedad de Seguros Mutuos contraincendios de casas, que acuden con una bomba a siniestros en las casas aseguradas. Este sistema, se extenderá por otras ciudades españolas.

En 1825 se estableció la primera compañía de zapadores bomberos de Barcelona con apenas 25 bomberos voluntarios que, el 29 de marzo de 1833 quedó definida en un reglamento de funcionamiento nombrando a Josep Mas i Vila, arquitecto del Ayuntamiento, comandante y primer jefe de la compañía de bomberos de Barcelona.

En el artículo 26 de las normas de policía de la ciudad de Vigo, aprobadas por el Ayuntamiento el 4 de enero de 1831 reza, "Se previene a todo vecino que después de oír las campanas de la ciudad y caja de la guarnición, anunciando fuego o incendio en alguna casa o paraje de la población, concurra inmediatamente en su auxilio cada cual con lo que le sea posible a fin de contenerlo y aplacarlo".

Tras la muerte del rey Fernando VII en 1933, fue la milicia urbana, restaurada por Martínez de la Rosa en el otoño de 1834 y convertida mas tarde en la famosa Milicia Nacional, el cuerpo encargado de la extinción de incendios al inicio del reinado de Isabel II. Una sección de ellos fue la Brigada de Zapadores Bomberos de Málaga creada en 1835. (Para conocer la historia de los bomberos malagueños pulsa aquí https://historiabomberos.blogspot.com/2021/09/historia-del-real-c-bomberos-de-malaga.html)

En 1.834 se funda la Sociedad de Seguros Mutuos Contra Incendios de León, y un año más tarde, se designa a varios operarios y un capataz para sofocar los incendios en las casas aseguradas y por un deber cívico, también actuaban en otros incendios.

A partir de 1835 fue acelerándose el declive de los zapadores como compañías diferenciadas, para acabar desapareciendo en pro del desarrollo de los cuerpos de bomberos municipales. Así, en Barcelona, se creó la Mutua de Propietarios el 30 de abril de 1835.

En 1835, se crea el Cuerpo de Bomberos de La Coruña, aunque se hablaba de su creación desde 1788. Este nacimiento, surge tras la reprimenda del Gobernador Civil al Ayuntamiento tras un incendio en la calle de la Franja, en el que no hicieron nada para atajarlo disponiendo el consistorio de una bomba para extinción de incendios.

En 1841 se crea el Cuerpo de Bomberos de Lleida.

En 1842 se realizó el primer Reglamento de Bomberos de San Sebastián, que si bien no establecía un cuerpo como tal, ordenaba las formas en la que las personas debían prestar auxilio en caso de incendio. De esta forma el 8 de Mayo de 1842 se creó la Sociedad de Socorros Mutuos de Incendios de Casas de San Sebastián. Las casas que formaban parte de esta sociedad se identificaban con un ladrillo o placa blanca con la leyenda "S.os M.os Sn. Sn." en letras azules. Hubo que esperar hasta 1867 para que se crease el cuerpo municipal de forma oficial.

En 1843, la Real Academia de la Lengua Española, incorpora a su diccionario la palabra bombero como aquel que maneja la bomba hidráulica en los incendios.

La crónica del cuerpo de Bomberos de Vitoria-Gasteiz arranca en 1844.

La Sección de Bomberos Zapadores de Valencia fue creada por la Mutua Contra Incendios de Valencia el 10 de septiembre de 1848 con la intención de proteger les propiedades intramuros de los mutualistas. Este acuerdo de funcionamiento entre Mutua y Ayuntamiento permaneció vigente hasta el 17 de octubre de 1857, momento en el que se acordó que el Ayuntamiento se haría cargo de la Sección de Bomberos Zapadores con todos sus gastos y la Mutua se encargaría de liquidar al Ayuntamiento los gastos correspondientes a las intervenciones de los bomberos en propiedades de mutualistas.

La historia de los bomberos de Pontevedra nació en el año 1851. La primera bomba contraincendios había sido adquirida a los Lees en 1844, y en 1863 firmaron su primer reglamento de funcionamiento.

En 1853 se crea el Cuerpo de Bomberos municipal de Manresa, que venía funcionando como un primitivo Cuerpo de Bomberos desde 1851, tercero de Cataluña tras Barcelona y Lleida. La ciudad aún recordaba el gran incendio de la ciudad de 1811 que quemó más de 700 casas (aproximadamente el 75% de los edificios de Manresa) y el incendio del 16 de abril de 1841, ocurrido en la casa de Esteban Burés que causó tres muertes que hizo que el alcalde Miquel Cots redactara un documento informando de la posibilidad de establecer una sociedad de seguros. Posteriormente, un incendio afecta a la fábrica de tejidos de algodón la manresana el 6 de noviembre de 1847. Por todo ello, el 1 de septiembre de 1853 y bajo el asesoramiento de Antoni Rovira i Trias, se publica el primer reglamento para la organización y régimen de la compañía de bomberos de Manresa y se establecieron 40 plazas.

En 1854 el Ayuntamiento de Tarragona designó un primer jefe, el arquitecto Francisco Barba, y aprobó unas bases de organización que el 21 de diciembre de 1858, tomarían cuerpo en pleno del ayuntamiento en lo que sería el primer reglamento oficial para el servicio de bomberos de la ciudad.

El 15 de mayo de 1855 el Ayto. de Murcia aprueba el primer reglamento orgánico de la Brigada de Zapadores Bomberos de la ciudad y en 1855 empiezan a aparecer los primeros bomberos en Palma de Mallorca. También en 1855 se crea el Cuerpo de bomberos de Olot.

En 1856 se crea la Compañía de Seguros La Unión Manresana con el objetivo de mejorar el Cuerpo de Bomberos.

Junto con Sevilla y Málaga, Utrera fue la otra ciudad andaluza pionera en este sentido, creando su Cuerpo de Bomberos en 1857. También en 1857 se crearía el Cuerpo de Bomberos de Mataró.

El 25 de febrero de 1858, Gijón, establece un Reglamento para el auxilio que debe prestarse en caso de incendio y también en 1858 se crea un Cuerpo de Bomberos en Tarragona y en Vic.

En 1859 se crea el Cuerpo e Bomberos de Sabadell y el Cuerpo de Bomberos de Oviedo en Diciembre de 1859, siendo Alcalde de la ciudad D. Matías J. Cónsul.

La creación de los Bomberos de Castellón de La Plana data del 8 de marzo de 1859. La compañía la formaban voluntarios y dependían de la Comisión de Incendios . La primera vez que los registros municipales los citan, se remontan a 1854 como una de las dotaciones de aquellas Milicias Nacionales que se crearon tras la primera Guerra Civil de Castellón.

Existe un texto, fechado el 17 de enero de 1861, en el que el Sr. Gobernador recomienda al Ayuntamiento de Huesca la construcción y establecimiento de una o dos bombas contra incendios, pero hubo que esperar hasta el expediente del 13 de agosto de 1866 para la formación de una brigada formada por veinticinco bomberos y un presupuesto de 30.150 reales para comprar materiales.

También en 1861 se crean los Cuerpos de Bomberos de Figueres y Puigcerdà.

El origen de los bomberos voluntarios de Alcoy se remonta a 1862 con la formación de una brigada de Zapadores-Bomberos para apagar los incendios de la ciudad formada por 16 carpinteros y albañiles con una bomba de doble efecto adquirida.

El origen del Servicios Contra Incendios y Salvamento de Albacete se sitúa el 11 de noviembre de 1862, cuando el Ayuntamiento de Albacete votó su primer reglamento (aprobado el dia 28) y creó la Brigada de Zapadores Bomberos. En sus comienzos estuvo integrada por profesionales voluntarios que estaban organizados como una compañía de zapadores de ingenieros del ejército.

Corría un 31 de marzo de 1862 cuando en Jerez se instauró por primera vez el colectivo de bomberos aunque se propuso al Ayuntamiento la 'Brigada de zapadores y bomberos', allá por el 1846.

En 1863 se crea el Cuerpo de Bomberos de Zaragoza y la primera compañía de bomberos de Ávila se fundó el 3 de febrero de 1863 con 54 voluntarios, al aprobarse su reglamento por Real Orden de la Reina Isabel II.

En 1864 se crea el servicio de Bomberos de Toledo, aunque se venían realizando labores de extinción de incendios desde antes de 1590. Muy cerca, también se estaba gestando, otro Servicio de Extinción, el de Talavera de la Reina, que el 25 de abril de 1864 compra una bomba contra incendios y nombra una comisión para realizar un reglamento de bomberos y un parque. Dicho reglamento, lo presentó en 1866 el Regidor Don Pedro Portalés para la constitución de seguros mutuos contra incendios, aprobándose definitivamente enero de 1867.

En 1865, tras el deterioro de las compañías de bomberos de sociedades aseguradas, el Ayuntamiento, municipalizó definitivamente el Cuerpo de Bomberos de Barcelona, ya que la ciudad condal alcanzaba una población de unos 200.000 habitantes. Finalmente se hizo cargo el 2 de enero de 1866.

El 20 de Octubre de 1867 quedó constituido el Cuerpo de Zapadores-Bomberos de San Sebastián. Este año, también se crearía el servicio de extinción del Ayuntamiento de Gran Canaria.

El 3 de abril de 1865, el Gobernador de Badajoz emitió un informe en el que se relacionaban las mejoras que, a su juicio, necesitaba la ciudad, citando entre ellas la creación de un servicio contra incendios con albañiles para que acudan a las casas siniestradas. El 28 de febrero de 1869, veintidós miembros de la Academia de Gimnasia, junto con D. Eduardo Daniel, su director, solicitan del Ayuntamiento permiso para constituir una Compañía de Bomberos, así como ayuda económica para la adquisición de los útiles necesarios para realizar el trabajo. El 24 de mayo de ese mismo año de 1869, el Ayuntamiento, cuyo Alcalde era D. José María Domínguez, accede a la petición del Director (que se convertiría en el primer Jefe del Cuerpo) y junto a 20 voluntarios de la Academia de Gimnasia, forman el servicio.

El origen del Cuerpo municipal de Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria se remonta al año 1867. Fundado por el alcalde Antonio López Bota, fue el primer servicio de extinción canario, dotado de 34 efectivos y varias bombas sobre carros tirados por mulas.

En el otoño de 1869 se organizo, el primer Cuerpo de Bomberos auténticamente municipal en Málaga y el 31 de octubre de 1906 el Rey Alfonso XIII otorgó la denominación "real" a los bomberos de Málaga, que sumó la corona en su escudo.

El Cuerpo de Bomberos de Bilbao fue fundado el 17 de enero de 1884. Sin embargo, su origen es muy anterior, ya que en 1708 se concretó la institución con un grupo de carpinteros, albañiles y artesanos. En 1726, se compró una bomba de agua y en el año 1832, se creó una Junta de Incendios compuesta por el Corregidor de la Villa, dos regidores nombrados por el Ayuntamiento y dos individuos elegidos por la Junta General de Propietarios de Seguros Mutuos. En 1858, surgió la Sociedad de Bomberos San José, embrión del actual Cuerpo de Bomberos de Bilbao. En 1867, se creó la Compañía de Bomberos de la Invicta Villa de Bilbao con 100 hombres y 14 jefes.

Los primeros miembros del cuerpo de Santiago de Compostela comenzaron a trabajar en el año 1885, pero entonces no era un servicio estrictamente municipal, sino que se prestaba en virtud de un convenio entre el Ayuntamiento de Santiago y la Compañía de Seguros Mutuos. Es en el año 1921 cuando el servicio de bomberos se hizo municipal al 100%.

En octubre de 1982, Cartagena ve la necesidad de un servicio de extinción tras un gran incendio, adquiere el material necesario, y el 29 de octubre de 1892, el ayuntamiento cartaginés por acuerdo municipal crea la Brigada. Hasta la constitución de este grupo se contaba en Cartagena para incendios de especial peligro, con la intervención del personal y bombas del Arsenal y del Parque de Artillería. El 8 de Abril de 1893, se acordó la aprobación de el reglamento de la Brigada Municipal de Zapadores-Bomberos de la ciudad de Cartagena, ubicando su primera sede en la calle Palas nº 11 y 13.

El 22 de marzo 1890, tras la aprobación del Reglamento Orgánico para la Brigada municipal de bomberos, se inicia la historia de los bomberos de Gijón (en aquella época la ciudad tenía 25 a 30.000 habitantes), con una plantilla inicial de unos 30 efectivos que no contó hasta 1916 de un carro inglés tirado por caballos. En 1891 se disponía de una unidad profesional y permanente compuesta por un cabo, un corneta y cuatro apagadores.

A mediados de 1891, por unanimidad, se aprueba una proposición propuesta por varios concejales para la creación de una compañía de extinción de incendios en Palencia.

El 5 de octubre de 1894, con la aprobación de su primer reglamento, se crea oficialmente el Cuerpo de Bomberos de la Villa de Madrid tras un proyecto del Conde de Romanones (26 septiembre 1894), que entre otras cosas dividía la ciudad en 5 zonas. (Para leer la historia de los bomberos de Madrid pincha aquí https://historiabomberos.blogspot.com/2021/06/bomberos-ayuntamiento-de-madrid.html)

El Real Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Santander, es un cuerpo de bomberos creado en 10 octubre de 1894 siendo el alcalde José María González Trevilla. El antecedente es del 3 de noviembre de 1893, cuando se produjo la explosión del barco de vapor Cabo Machichaco, en la que fallecieron más de 500 personas. Los primeros guardias contra el fuego en Santander datan de 1535 pero el primer cuerpo de bomberos moderno, la Compañía de Artilleros-Bomberos, data de 1834.

El servicio contraincendios de Vigo nació el 31 de agosto de 1895 a semejanza de los cuerpos de voluntarios portugueses con Manuel Diego Santos al frente tras un simulacro en la calle Príncipe. El Concello compró los equipos necesarios en Inglaterra y se creó un periodo de inscripción para personas entre 18 y 40 años. En 1909, sólo había 14 bomberos, y los incendios eran abundantes y hubo que esperar hasta 1920 para su primer reglamento.

En 1.912 la Sociedad de Seguros Mutuos fundada en 1834, crea el cuerpo de Zapadores-Bomberos de León con el fin de extinguir los incendios tanto si se encontraban asegurados o no por la Mutua. Hasta 1920, no se municipalizo el servicio por un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Sociedad de Seguros Mutuos Contraincendios de León.

El 1 de julio de 1912 comienza a funcionar el primer parque municipal de bomberos de Logroño con una plantilla de 36 personas, siendo alcalde Alfredo Muñoz Martínez de Morentin, redactando su primer reglamento dos años más tarde, el 9 de julio de 1914.

Vehículo de los bomberos de Barcelona Delahaye de 1922

En 1916, se edita un nuevo Reglamento de la Brigada de Cartagena en el que se pude ver que aparece la palabra "Cuerpo de Bomberos" sustituyendo a la denominación original de Brigada Municipal de Zapadores-Bomberos en Cartagena.

El S.E.I.S. del Excmo. Ayuntamiento de Huelva nace aproximadamente en 1917-1921 en la sede del Paseo del Chocolate (actual P° de Santa Fé) que contaría con dos coches clásicos De Dion Buton.

En los años 20 del siglo pasado, los ayuntamientos eran ya conscientes de una total profesionalización de los Cuerpos de Bomberos. Comenzaron a remodelar los servicios y a construir los primeros parques de bomberos. Estos parques de bomberos ya disponían de dotaciones permanentes.

El primer servicio municipal de bomberos que tuvo Córdoba se constituyó formalmente en el año 1.927. El 12 de septiembre de 1930 fue fundado el cuerpo de bombero de Ceuta con no demasiados recursos.

En 1930, se crea el Cuerpo de bomberos municipal de Reus.

En Zaragoza, la compañía de bomberoscompuesta por las brigadas municipales, pasa en 1931 a ser Cuerpo profesional.

En 1934, los bomberos catalanes crearon la Federación Nacional Catalana de Bomberos.

Después de la Guerra Civil (1936-1939) hubo serios problemas económicos en España. Esta situación redujo los presupuestos para los parques de bomberos, que subsisten de forma precaria y con material obsoleto como uniformes de pana.

Durante la época franquista, la Ley de Bases de Régimen Local de 1955 obligó a organizar servicios de bomberos en todos los municipios de más de 5.000 habitantes, y ofreció apoyo económico y técnico de las administraciones estatales y provinciales, que luego podrían organizar el servicio si los municipios no lo hicieran. Esta medida no fue muy aceptada, porque municipios de 5.000 habitantes no tenían los recursos para costear mantener el Servicio. De este modo, comienzan a surgir las Diputaciones provinciales durante el desarrollo económico de los años 60 y 70 para dar cobertura a las provincias, ya que las grandes capitales de provincia, ya disponían de bomberos.

Los Bomberos de la Diputación de Sevilla vienen funcionando como cuerpo de intervención en siniestros y emergencias de la provincia sevillana desde el acuerdo plenario del 9 de abril de 1959 tras las instancias del ayuntamiento de Sevilla y Morón de la Frontera .

Es en este contexto que en 1962 la Diputación de Barcelona creó el Servicio Provincial de Extinción de Incendios (SPEI)

Ya en los años 60, con la recuperación económica y con los constantes incendios forestales, las diputaciones empiezan a invertir en los bomberos. Así se crean el Servicio de Extinción de Incendios de la Diputación de Madrid (1967, Actual Bomberos Comunidad de Madrid), Servicio Provincial de Valladolid (1972), Baleares (1975)…

Los primeros pasos de los Bomberos de la Diputación de Zaragoza para crearlo se dieron a principios de los cuarenta, pero durante tres décadas estuvo formado por bomberos voluntarios hasta que en 1975 se aprobó y se puso en marcha el Servicio Provincial de Extinción de Incendios como cuerpo profesional.

En 1977 se crea el Cuerpo de Bomberos de Alcorcón.

El Consorcio Provincial de Incendios y Salvamentos de la Provincia de Cádiz fue el primer consorcio en crearse en España en el 20 de enero de 1982, siendo el exponente máximo de que la unión hace la fuerza. Este modelo de prestar el Servicio de Extinción es el que tiene un mayor auge a finales del siglo XX y principios del XXI, que de forma mancomunada comparten varios municipios los gastos que acarrea de forma conjunta, en vez de en solitario.

Fue en el año 1984 cuando Antoni Ferragut recibió el encargo de poner en marcha un nuevo cuerpo capaz de solucionar los incidentes y las emergencias que surgieran en los diferentes tipos de siniestros que se produjeran en la Part Forana creando los Bombers del Consell de Mallorca.

La aparición de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local en su Artículo 36. 1 c) obligaba a tener servicio de prevención y extinción a todos los municipios de más de 20.000 habitaciones y justificó la creación de Servicios en diferentes diputaciones provinciales.

La Ley 9/1986, de 10 de noviembre, de cuerpos de funcionarios de la Administración autonómica creó el cuerpo de Bomberos de la Generalitat en 1986.

Los primeros servicios de emergencias de la provincia de Valencia, los Consorcios Comarcales de bomberos, se constituyeron en 1982 hasta la creación del Consorcio Provincial en 1986. Así, el 31 de octubre de 1986 se constituye el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia tras la aprobación de sus Estatutos por la Generalitat, la Diputación de Valencia y los 132 municipios que se integraron en él.

En 1986 se constituye el Consorcio para el Servicio Contra Incendios y Salvamento de Ciudad Real y empieza a funcionar en julio de 1987.

En julio de 1988 se crea el Consorcio para la Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos de la Provincia de Castellón con la inauguración de su primer parque en Baix Maetsrat en Benicarló.

En 1989, se crea el consorcio de Bomberos del Poniente Almeriense (CBP Almería)

El 29 noviembre de 1989 se crea el Consorcio de Extinción de Incendios, Salvamento y Protección Civil del Principado de Asturias (CEISPA) con 65 municipios, aunque ya existían bomberos propios en Oviedo, Gijón, Langreo, Mieres y Avilés cuando en 1980 empezó a fraguarse este servicio. Posteriormente se incorporarían el resto de municipios, excepto Oviedo y Gijón que seguirían con bomberos propios.

El 15 de enero de 1991, con 12 bomberos, se crea el Consorcio de Seguridad, Emergencia, Salvamento, Prevención y Extinción de Incendios de la Isla de Lanzarote

En 1992 se crea el Consorcio Provincial Contra Incendios y Salvamento de los Bomberos de Huelva con los Ayuntamientos de Ayamonte, Cartaya, Isla Cristina, Lepe, San Silvestre de Guzmán y Villablanca y posteriormente se irían asociando el resto.

En 1993 se crea el Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Comunidad Autónoma de Murcia (CEIS), que incluye todos los municipios excepto las ciudades de Cartagena y Murcia capital.

La Diputación Provincial de Córdoba y los Ayuntamientos de la Provincia, constituyen un Consorcio de Prevención y Extinción de Incendios y Protección Civil de Córdoba (CPPEIPC) con personalidad jurídica propia en 1994.

El 20 de marzo de 1995, se crea el Consorcio de Bomberos de Granada bajo el nombre de Consorcio Provincial para la Prestación del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y de Salvamento de la Provincia de Granada

El nacimiento de los Servicios Contra Incendios en la Diputación de Toledo data de mayo del año 1995, con la puesta en marcha del Parque Comarcal de Villacañas, constituyéndose así el Servicio Provincial de Extinción y Salvamentos de Toledo (S.P.E.I.S.). En ese momento, sólo existían servicios de bomberos propios en la ciudad de Toledo y en Talavera de la Reina.

La constitución del Consorcio Provincial para el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento de Alicante tuvo lugar el 16 de diciembre de 1997 sobre la estructura de los Consorcios Comarcales que habían comenzado a funcionar en 1981.

Antes de la puesta en marcha operativa del Consorcio para el Servicio de Extinción de Incendios, Salvamento y Protección Civil de La Rioja en 1999, existían tres Parques de Bomberos en la Comunidad Autónoma. Estos Parques se encontraban ubicados en las localidades de Arnedo, Calahorra y Haro y dependían tanto funcional como orgánicamente de sus respectivos ayuntamientos.

El Consorcio Cuenca 112, se constituyó el día 14 de marzo del año 2.000 con representantes de la Excma. Diputación provincial de Cuenca y de los Ayuntamientos de Motilla del Palancar y Tarancón, donde se ubicaron los parques de bomberos.

En el año 2000 se crea el Consorcio de Prevención, Extinción de incendios y Salvamentos de la Isla de Tenerife.

El Consorcio para el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios, Protección Civil y Salvamento de la Provincia de Guadalajara inició sus pasos en junio de 2000, con la aprobación, por el pleno de la Diputación Provincial, de los Estatutos que habían de regir el funcionamiento del Consorcio, que finalmente se publicaron el 5 de enero de 2001 con un 83% de los municipios consorciados.

El Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios, Salvamentos y Protección Civil de Zamora se crea en 2001.

El Consorcio de Emergencias de Gran Canaria es el organismo que atiende todo tipo de emergencias en la Isla desde julio de 2003, pese a que se venía fraguando la idea desde el año 1986. Hasta entonces, solían acudir a los incendios de la isla los bomberos de la capital, creado en 1867.

En el año 2006 se crea el Consorcio de Prevención y Extinción de Incendios de Badajoz (CPEI)

El Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga fue constituido el 18 de mayo de 2008 para agrupar y homogeneizar el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento de la provincia.

En 2011 se crea el Consorcio Provincial contra Incendios y salvamento de Pontevedra. Este año, también se crea el Consorcio de Lugo con la inauguración de los parques de Viveiro, Villalba, Barreiros, Sarria, Chantada y Monforte; y da cobertura provincial, exceptuando la ciudad de Lugo. Y ya en 2013, se crea el Consorcio de Orense.

En 2023, arranca la historia de los Bomberos de la Diputación de León con los cuatro primeros parques provinciales ubicados en las localidades de Villablino, Valencia de Don Juan, con una dotación de 40 bomberos y 20 cabos y con la previsión de los parques de Celada y Cistierna.