Bomberos Ayuntamiento de Madrid. Historia desde 1577.

 Siglo XVI, XVII y XVIII

El inicio del Servicio Contra Incendios podría decirse que comenzó el 9 de Julio de 1.577 cuando se adopta por el Consejo de la Villa un acuerdo sobre fuegos, haciéndose imprescindible reunir a un grupo de  hombres, dotados del material necesario para socorrer a la capital en los casos de incendios. 

El acuerdo dice asi: “...En este Ayuntamiento se trató y confirió sobre la neçesidad que ay de que esta Villa esté proveída de todos los materiales necesarios para poder socorrer los fuegos cuando suçeden en esta Villa...y aunque otras bezes se a acordado que se compren estos materiales, no a avido efeto y se an visto los ynconbenientes que a r resultado de no los aver por los fuegos que han sucedido en la Puerta de Guadalajara y casas de Don Pedro Çapata y otras .Atento lo cual.... se acordó se compren doze aguatochos grandes, que se entiende es una geringa grande y dos piquetas y dos açadones y dos palas y cuatro espuertas, y veinte y quatro cubetos de cuero y seis garfios con sus picas largas questen armados de ordinario y una docena de palanquillas de hierro con sus horquillas y una docena de azadones de monte y una docena de piquetes y media docena de maromas delgadas y dos escaleras largas de a veynte y quatro pasos cada una en tres troços con encajes y aldauillas, seis cherriones con seys cubetas de a treninta cantaros que de ordinario esten con agua. ...para que comprado y traído se tome asiento con los carpinteros y ofiçiales y alarifes que se an de encargar por rrepartimento de tenerlo y guardarlo y acudir a los fuegos por la horden que se les dará, y hazer alarde cada un año de los dichos ystrumentos en dís cierto.... y así mismo se dara horden con algun numero çierto de aguadores rrepartidos por quadrillas que acudan al mismo rremedio”

Así el 17 de Julio de 1.613, tras un incendio en la calle Imperial, se firma un segundo acuerdo, más amplio que el anterior, especificando una serie de obligaciones y sanciones para los oficios implicados, así como la decisión de comprar ciertos materiales y unas primeras intenciones de prevención, dándole una mayor importancia al abastecimiento de agua. El 3 de noviembre de 1618, D. Francisco de Villasis, corregidor de Madrid, elaboró un dictamen en el que por primera vez un grupo de 24 carpinteros se dedicaría a matar los fuegos de la capital, percibiendo un salario por sus servicios (unos 40 mil maravedíes) y nombrándoles matafuegos de la villa, al igual que había en ciudades como Toledo (oficiales del fuego) o Valladolid (matafuegos), que acudirían al sonar las campanas de cualquier iglesia.

El 7 de julio de 1631, se produjo un incendio en la Plaza Mayor, centro social y comercial de la época, tan sólo10 años después de su inauguración, que iniciándose en un horno de los sótanos cercanos a la Casa de la Carnicería, destruyó 60 de sus 68 casas y dejó 13 muertos en un incendio que se dilató tres días. Diez años mas tarde desde esta tragedia, el 16 de agosto de 1641, se aprueba una ordenanza para matafuegos que incluía más personal y colocaba en las cuatro esquinas de la plaza, estanquillos. Pese a estos esfuerzos, el 20 de agosto de 1672, se produce un segundo incendio en la plaza, esta vez en la Real Casa de la Panadería tras una corrida de toros que dejó 24 víctimas. El fuego se inició en un farolillo muy cercano a la Virgen del Rosario. Así, de nuevo se redacta un nuevo acuerdo por el Consejo de S.M. Carlos II con las nuevas obligaciones contraincendios de los diferentes oficios ( carpinteros, fontaneros, aguadores, taberneros, cereros...).

En 1683, arde la la iglesia de Santa Cruz por segunda vez (el primero en 1620), desplomándose su cúpula y sepultando a unas 50 personas.

En la nochebuena de 1734, a las 00:15 de la noche, se produce un incendio en la Torre Dorada del Alcázar Real que almacenaba los Derechos Reales de las Indias y documentos de mucho valor. Se cree que se originó en el taller del pintor Jean Ranc y el fuego continuó hasta el día 4 de enero destruyendo por completo el edificio. El corregidor Marqués de Montealto, mandó 29 matafuegos con su capataz y a 18 mozos mangueros. El fuego fue de tanta envergadura que se destruyeron unas 500 obras de arte pero el cuadro de Carlos V en Mühlberg de Tiziano consiguieron sobrevivir, como varias obras de Velázquez o Rubens. Los trabajos de desescombro durarían aún dos años más y en 1738, Felipe V mandaría construir el actual Palacio Real. 

En 1721, por orden de S.M. Felipe V, se compra una máquina de bronce a Inglaterra por un valor de 68 libras esterlinas capaz de impulsar el agua a mayor altura. A partir de la segunda mitad del siglo  XVIII Madrid contaba con 7 bombas a mano. Los matafuegos y mozos mangueros que se dedicaban a extinguir los incendios, tenían que saber usarlas y conocerlas con exactitud para que desarrollaran el trabajo al máximo rendimiento. Estas máquinas se estropeaban con mucha facilidad por su frágil composición y continuado uso, haciéndose necesario que el servicio de incendios demandara de los conocimientos de un profesional que entendiera sobre esta materia. Fue contratado en 1767, un maquinista hidráulico y constructor de bombas, Juan Jorge Graupner, de 31 años y de origen alemán, concediéndose por primera vez en Madrid el cargo de “Maestro Bombero”(desempeñaron este oficio diez hombres, siendo el último Tomás Guisasola en 1889). Durante los primeros años realizó importantes reparaciones en las bombas; modificó los depósitos de madera a latón para que fueran de mayor duración y evitar principalmente las fugas de agua por estar la madera podrida. Se pintaron en color encarnado y la mayor parte de sus piezas se cambiaron y repararon, como ruedas y el cañón por donde salía el agua.

El 20 de Noviembre de 1.789 se promulga una "Instrucción sobre Incendios", aprobada por Pedro Escolano de Arieta del Consejo del rey Carlos IV y el corregidor de la villa José Antonio de Armona y Murga, atribuyendo funciones a los ciudadanos y la responsabilidad de los tenderos de aceites y vinagres, taberneros, carpinteros, cereros, y propietarios de grandes almacenes, siendo una recopilación de órdenes anteriores con 35 capítulos que tuvo gran importancia y multiplicó de cuatro a ocho las casas cuartel.

El 16 de agosto de 1790, a las once de la noche, se originó un incendio en el Portal de Paños, entre el arco de Cuchilleros y el arco de Toledo en la famosa Plaza Mayor. El fuego permaneció vivo durante nueve días y aunque asistieron más de mil hombres, las bombas, aguatochos y más de 750 cubos y espuertas, resultó imposible evitar que desapareciera un tercio del perímetro de la plaza. La dirección de la extinción le correspondió a Samuel Amadeo Crompag y los arquitectos y oficiales de gremios bajo las órdenes del arquitecto maestro mayor Juan de Villanueva. Durante esos días se gastó en extinguir el incendio más de medio millón de reales y se repartieron más de 46.000 raciones de pan y queso para los que trabajaron sin descanso en uno de los mayores incendios que ha sufrido nuestra ciudad. SM. Carlos IV puso a disposición de los 1302 madrileños afectados un millón de reales de su real erario. También ardieron edificios cercanos a la plaza, como fue la iglesia de San Miguel de los Octoes, que estaba situada en el lugar que hoy ocupa el mercado con el mismo nombre. Como el fuego era imparable, los arquitectos, decidieron tirar edificios para que hicieran las funciones de cortafuegos.

Incendio de la Plaza Mayor (1790)

Siglo XIX

En 1805, se proyecta la creación de una compañía de Bomberos Voluntarios como ayuda al servicio existente, que sin embargo no se hizo realidad hasta veinte años más tarde (1827 - Compañía de Bomberos dependientes de los Batallones de Voluntarios Realistas).

Tras la Guerra de la Independencia (1808-1814), el servicio de extinción quedó en penosas condiciones, y se demostró en el incendio de la Puerta del Sol el 17 de abril de 1815 al anochecer. El 25 de septiembre de 1817 se publica en el Diario de Madrid, la primera oposición a "maestro bombero" tras la muerte de Felipe Troconiz, consiguiendo el trabajo Diego Palacios, maquinista y broncista. En 1822, Manuel Mº Goyri, crea la "Sociedad de Seguros Mutuos de Incendios de Casas de Madrid" situadas dentro de las murallas, que ofrece sus servicios y autorización para intervenir en los siniestros. En su fachada, en un paraje visible, ponía en un azulejo azul , asegurada de incendios.

En 1824, Diego Palacios, ya que aún no había uniformes, diseña el primer emblema para el servicio de incendios (en hoja de latón dorado con forma ovalada que mostraba el escudo de armas de la villa con corona real) para identificarles.

El incesante empeño de algunos inventores para mejorar el servicio de incendios dio lugar en el año 1839 a presentar, por Félix Pérez Pedrero, un invento llamado manga de salvación, cuyo inventor realizó en la Plaza Mayor una demostración el 10 de marzo de 1840. Esta servía para evacuar a las personas por los balcones en los casos de incendios. Iba instalada en un carro tirado por mulas y diez mangueros para su transporte en el lugar del siniestro.

En 1.841, se crea el Cuerpo de Zapadores Bomberos de la Milicia Nacional (suprimido en 1856) y se aprueba un Reglamento de Policía Urbana que recoge entre los artículos 50 a 98 normas para la prevención y actuación de incendios . En 1850,la población de Madrid sobrepasaba los 220.000 habitantes. El 8 de julio de 1851, se produce un pavoroso incendio en la calle Limón 20, con una nube densa de humo que se extendía hasta la calle Pez y Amaniel. Ardieron 17 casas y el fuego afectó al Hospital de las Incurables y a la Parroquia de San Lorenzo. A partir de 1.855 se sientan las bases del actual servicio, mediante sucesivas reglamentaciones que fueron remodelando las características y condiciones de presentación del servicio.

Pasado la mitad del siglo, se ejecutan una serie de mejoras en la infraestructura urbana de Madrid como la canalización del río Lozoya a Madrid inaugurado en 1858 ( por la recién creada Canal de Isabel II) que instalaría bocas de riego e incendio, canalizaciones de gas instaladas entre 1846 y 1848, mejora de la red de carreteras y en 1851 se instala la primera línea férrea (Madrid-Aranjuez).

El 5 de diciembre de 1864 se produce un incendio en la Fábrica de Tabacos de la calle Embajadores, símbolo de la incorporación de la mujer al trabajo con 3.000 operarias. En 1865 se establece un sistema de diferentes sonidos de campanas que ubicaban la calle del incendio, ya que antes sólo se localizaba la iglesia que daba los toques de campana, pero no la calle. El 20 de abril de 1867, las campanas de las parroquias anuncian un incendio en el Real Conservatorio de Música y Declamación, en el salón de baile del Teatro Real y apenas dos años más tarde, se produce un grave incendio en el Cuartel de los Guardias de Corps (actual Cuartel Conde Duque) que comenzó en las cocinas del edificio, destruye los pisos superiores, casi hace desaparecer la torre situada en la fachada oeste, y amenazó con hacer explotar un almacén de pólvora del Batallón de Cazadores de Alcántaras.

Tres grandes incendios se declararon al inicio de la década de los 70: El incendio de la Iglesia de Santo Tomás (13 de abril de 1872), iniciado en su altar mayor; el incendio de el Monasterio de El Escorial (30 de septiembre de 1872) debido a la caída de un rayo en la biblioteca del colegio, que movilizó a unos 500 hombres en tren; y el incendio en la calle Jesús del Valle (20 de agosto de 1875), iniciado en un taller de madera y terminó afectando a doce edificios.

El 19 de julio de 1876 se aprobaba por el ayuntamiento un reglamento para el Cuerpo de Mangueros (formado por 5 capataces y 71 mangueros). A las tres de la madrugada del día 12 de diciembre de 1882, se inicia un fuego en el Palacio de Buenavista (Ministerio de la Guerra) causando daños al edificio, pero fue de mayor importancia la pérdida de documentación de las dependencias. Así, el 12 de julio de 1883, se produjo otro gran incendio, éste a primera hora de la mañana en los almacenes de madera La Aurora. Creada la Delegación Especial de Incendios en febrero de 1884 era separado el servicio contraincendios, de la Policía Urbana. Esta delegación quedaría establecida en la tercera casa consistorial (Plaza Mayor), accediendo a ésta por la calle Imperial, el antiguo parque de bomberos número 6. 

A las once y cuarto de la noche del 9 de julio de 1884, se inicia un incendio tras una pequeña explosión en las lámparas de gas en la Real Armería, que avivado por el viento reinante, propagó el incendio por la cubierta, e hizo desaparecer una cuarta parte de los objetos que albergaba este museo entre ellos, tapices, banderas ( incluida la de Lepanto), documentos,... Tras este incendio se iniciaría la distribución telefónica en todos los puestos de incendios.

Incendio de la Real Armería (1884)

En 1886 los mangueros de la Villa pasarán a denominarse bomberos de incendios y pasan a ser empleados municipales a efectos de jubilación. Durante este mismo año se produjeron dos siniestros relevantes, un incendio en un almacén de sustancias inflamables en la Estación Norte (petróleo, pólvora, cerillas, aguardiente...) y el 12 de mayo, un huracán que provocó 23 muertos y 74 heridos, e hizo estragos en el Jardín Botánico y Parque del Retiro. Entre el 87 y el 89, se tramita la compra de dos escalas telescópicas inglesas que alcanzaban los 18 metros, dejando en un segundo plano las mangas de salvación. El destino quiso, que de madrugada y sin espectadores se incendiase el Teatro de Variedades (calle dela Magdalena, 40) el 28 de enero de 1888.

Ruinas del Teatro Novedades (1988)


En Madrid, el incendio de la calle Ribera de Curtidores 20 ocurrido en la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1891, que produjo la destrucción de 12 edificios, dio lugar a que el entonces alcalde de Madrid, el Conde de Romanones, presentara el 26 de septiembre de 1894 un proyecto de reorganización del servicio contra incendios. Así, en sesión de 5 de octubre se aprobó el primer reglamento del Cuerpo de Bomberos de la Villa de Madrid, quedando sostenido por las arcas municipales. El 12 de enero de 1895, es nombrado el primer director del Cuerpo de Bomberos, el arquitecto Isidoro Delgado y Vargas a sus 47 años.

En sesión de 15 de diciembre 1897 se aprobó la compra de la primera bomba de vapor, de la casa Shand Mason & Co. de Londres, podía lanzar hasta 1.000 litros por minuto a 12 kg de presión con dos salidas de 70 mm, llegando a Madrid en 1898. Tras esto se decide, que es hora de cambiar el ganado mular por el caballar para arrastrar con mayor celeridad los carruajes (contrato de 19 caballos).

Siglo XX

El inicio de siglo comienza organizándose una brigada de obreros-bomberos encargados de derribos de casa, tarea que solían hacer los bomberos, y dejándolos a éstos exclusivamente las tareas de extinción. De madrugada, el 19 de julio de 1903, se inicia un fuego en el Teatro Eldorado. De nuevo, la fortuna quiere que no hubiera público y no se lamenten pérdidas de vidas humanas como en otras ciudades. En un nuevo reglamento de 1905, se mencionaba por primera vez dar prioridad de paso a los carruajes de bomberos y que éstos avisaría a los demás usuarios con toques de campana.

El 10 de julio de 1908 fue aprobado por el ayuntamiento un presupuesto de 12.500 pesetas para la adquisición del primer coche automóvil, de la casa Bayard Clement, de Francia, con destino a la dirección y servicio sanitario del cuerpo, con cabina para cinco plazas y botiquín. Llevaría una chapa de metal con la inscripción bomberos y dos escudos de bronce el ayuntamiento. En 1908,se adquieren las características hombreras (dan protección y elegancia al uniforme) además unos teléfonos tipo mochila para comunicar los que trabajan en la parte alta y los que manejan el mangaje en la parte baja. 

El 1909 destacó por el imponente incendio del Teatro de la Zarzuela en la calle Jovellanos, el humo se veía desde cualquier punto de la capital. Se movilizaron tres parques de bomberos, pero aquel incendio dejó muchos bomberos heridos. Aquel gran incendio del 8 de noviembre, sólo dejó en pie la fachada del edificio, reduciendo el resto a cenizas y un año más tarde tuvo que ser reconstruido por Cesáreo Iradier. 

Incendio del Teatro de la Zarzuelade (1909)

En sesión de 26 de agosto de 1910 se aprobó la compra de un coche de primera salida, adjudicándose a la casa Lorraine Dietrich, de Francia, de cuatro velocidades que alcanzaba los 40 km/h en llano. En 1913, el ayuntamiento contaba con cuatro coches de primera salida del mismo modelo. Se adquiere la primera auto escalera, de la marca Magirus, de 12 m, aprobado el 21 de junio de 1914. Dando continuidad a la modernización del servicio, el ayuntamiento aprobó en sesión de 23 de marzo de 1916, bajo un presupuesto de 40.000 pesetas, la adquisición por concurso público de la primera auto bomba, siendo seleccionada la de la casa Saurer de Suiza, con bomba centrífuga de alta presión con tres turbinas en serie. El Cuerpo se enfrentaría a un nuevo tipo de siniestro el 11 de junio de 1921, un accidente ferroviario con 13 muertos cerca de la estación de Villaverde entre el expreso 92 de Andalucía ( salió de Madrid) y el tren correo de Toledo (causante del accidente). En sesión de 27 de abril de 1923 se aprobaría un presupuesto excepcional de 617.500 pesetas para la compra, a la casa Benz de Alemania, de cuatro bombas, dos chasis para montar material de salvamento, tres auto tanques y cuatro escalas giratorias de un alcance de 28 metros. La dotación de la auto bomba estaría compuesta por seis bomberos y conductor, el auto tanque para dos bomberos y conductor y de la auto escala cinco bomberos y conductor. En septiembre de 1924 se cambiaría toda la tracción animal (usada desde 1857) por la mecánica siendo alcalde de Madrid, D. Alberto Alcocer. Este año se incorporaron las mangueras de lino y los racores tipo Barcelona ( que se mantiene hasta nuestros días).

Parque de bomberos 1º, Santa Engracia (Aprox 1920)

El 23 de septiembre de 1928 se desata un incendio en el Teatro Novedades durante una representación teatral ("La mejor del Puerto"), en la calle Toledo frente al mercado de La Cebada, dejando cerca de 80 muertos. El fuego se inició en un farolillo mientras una barca surcaba el río Guadalquivir en Sevilla., provocando la muerto de 80 personas. 

En 1930 llegaron nuevos materiales al cuerpo como reflectores para trabajos nocturnos, lonas de salvamento Magirus o equipos de respiración Dräger. En 1930 destacan dos intervenciones, el incendio en la fábrica de hules de la calle Alcalá, y el hundimiento de un edificio de nueva construcción de 7 plantas en la calle Alonso Cano. 1931 destaca por la "quema de conventos", se inició en el de los Jesuitas (Calle Flor) y continuó en los Salesianos, Maravillas, Carmelitas, Instituto Católico y otro en la calle Martín de los Heros. Otros 9 se intentaron incendiar sin éxito. A partir de 1934 los bomberos serían instruidos en rescate en ascensores ya que en esta época empezaron a usarse en los edificios más modernos. En marzo de 1936 (tras una nueva quema de conventos como la de 1931), dos bomberos sufren graves heridas en el incendio de la Iglesia de San Luis y días mas tarde morirían.

El 18 de julio de 1936 estalla la Guerra Civil Española. Desde principios de noviembre de 1936 en que las tropas sublevadas llegaron a las riberas del Manzanares y Casa de Campo, Madrid sufrió un constante bombardeo hasta la primavera de 1937 (Batalla de Madrid). Este mes sería sin duda terrible para el Cuerpo de Bomberos, ya que en tan sólo 12 días fallecieron cinco bomberos. En septiembre de 1937 el general Miaja, jefe del Ejército del Centro, decidió que los bomberos serían movilizados pero no destinados fuera de la capital, ni dejarían de prestar su servicio como empleados municipales haciendo su cometido igual que anterior a su movilización. Es decir, se les destinaría a los Batallones de Zapadores del Ejército del Centro, cumpliendo su misión dentro del Cuerpo hasta el final de la guerra. El 1 de abril de 1939 se dio por terminada la guerra pero desde 1935 a 1939 fallecerían 10 bomberos en acto de servicio. Tras la posguerra la plantilla del Cuerpo se vio gravemente afectada, quedando un total de 160 bomberos y 13 conductores.

Durante las décadas 40, 50 y 60, otros 10 bomberos murieron. El 15 de febrero de 1941, se declara un gran incendio que arrasó la ciudad de Santander (32 calles y unos 200 edificios). El Cuerpo de bomberos madrileño mandó personal para ayudar, pero desgraciadamente un derrumbamiento de una pared atrapó al bombero Julián Sánchez, que falleció poco después. En 1942, otro bombero falleció al salir despedido del vehículo Benz en la curva de la calle Álvarez de Castro y otro más en 1952 mientras realizaban maniobras en el parque tercero. Pero llegados al 1 de julio de 1956, un derrumbe mientras refrescaban el incendio en un taller de carpintería de la calle del Crucero 25, dejaría un balance de 14 muertos (5 bomberos) y otros 6 bomberos con contusiones diversas. Posteriormente, en 1961 en el incendio en la Colonia Girón (Paseo de Extremadura 141) y en 1966 mientras realizaban maniobras en la torre del parque quinto, nos dejaron de nuevo dos compañeros más.

El 13 de julio de 1949, un gran incendio iniciado supuestamente por una colilla en la sala de proyección de los Estudios Ballesteros (calle García Paredes) deja cinco bomberos heridos (uno gravísimo). El aislamiento acústico, a base de paja, y los panós de los decorados ardieron rápidamente y el calor afectó a la estructura metálica y a la cubierta, que se desplomó. Este año se adquirieron dos nuevos vehículos de primera salida Dennis, un tanque de 2.500 litros Crossley. Cerca de las ocho de la tarde, del 1 de julio de 1956, se declaró un incendio en el taller de carpintería y fábrica de muebles de la calle Crucero Baleares 25 en Vallecas. Minutos antes de las once de la noche, sofocado el siniestro, y cuando se dedicaban a refrescar y vigilar el lugar, se desplomó el edificio en su totalidad. El balance total de la catástrofe fue de nueve civiles y cinco bomberos muertos (se instaló la capilla ardiente en el parque 1º). A las diez y cuarto de la mañana del 24 de septiembre de 1960 se declara un incendio provocado por el cortocircuito de un enchufe que prendió una disolución de cera y aguarrás, en un almacén y taller de tejidos en las plantas 3ª y 4ª de la calle Carretas 12, en las que 6 personas se arrojaron desde las ventanas a mantas que sujetaron en la calle los vecinos, pero dos de ellas murieron por las quemaduras. El fuego de los almacenes llamados Chaguaceda se propagó con increíble rapidez a la vez que ardía la escalera que impedía la evacuación .Fue muy polémico por la tardanza de los bomberos, pero lo cierto es que los vecinos observaban el incendio como un espectáculo y nadie les había llamó, y cuando llegaron no tenían lonas de salvamento, y los demás vehículos que venían en apoyo quedaron bloqueados en la Puerta del Sol unos doce minutos debido a la aglomeración de espectadores. 

 Escudo usado entre 1967 y 1982

El 21 de enero de 1964, se declara un incendio en los Almacenes Arias de la calle Montera tras una explosión en la segunda planta, que pese a destruir todo el edificio no hubo que lamentar daños personales entre sus 275 empleados. Se movilizaron 10 vehículos y 70 hombres. El edificio acabó tan dañado que hubo que demolerlo. Entre las dotaciones había numerosos tanques-bomba ya que las bocas de riego a las que en un principio se recurrió no tenían la presión suficiente para alcanzar todas las plantas del edificio, lo que dificultó las labores de extinción. Las tareas de extinción se prolongaron hasta las 8 de la tarde.

A partir de noviembre de 1965 es cuando el Cuerpo de Bomberos experimentará una transformación radical, denominada por algún periodista "La Gran Reforma" y para cuya realización se asignaron 230 millones de pesetas. En1965, se sustituyó el casco de cuero por el metálico de color negro y se cambió el escudo de Madrid, que era con tres cuarteles por el de "la osa y el madroño".Entre los años 1965 a 1970 se adquirieron 72 vehículos; tanques, bombas, escalas, vehículos de hidrocarburos, grúas de distinto tonelaje, coches de apeos, un coche especial extintor de anhídrido carbónico, furgonetas auxiliares, vehículos de protección respiratoria y un coche de salvamento acuático, entre otros. Más tarde, en 1976, se creaba la Unidad de Buceo que alcanzó tal prestigio en España que sería solicitada por los gobiernos civiles correspondientes en numerosas catástrofes.

Land Rover Santana 1300 (1971)

El 20 de diciembre de 1973, los bomberos acudieron a una explosión en la calle Claudio Coello. Encontraron un enorme cráter (8,5 m de diámetro y 3 m de profundidad), formado por la explosión de un coche bomba ocupado por Luis Carrero Blanco y otros dos cadáveres más. El coche voló literalmente más de 20 metros, saltó por encima de un edificio, y llegó hasta una terraza. ETA había asesinado al mismísimo presidente del Gobierno. En 1976, se aprobó por Acuerdo Municipal la Ordenanza Primera de Prevención de Incendios. El 16 de febrero de 1979 en la calle Bola, se desata un incendio en la discoteca Charada, que el denso humo provocado por la moqueta del suelo, se saldó con cuatro muertos y 11 heridos, preludio de lo que ocurriría en Alcalá 20.

En estos inicios de los años 80, el casco metálico es sustituido por uno de plástico, tipo americano, llamado Phenix.

En la madrugada del 27 de noviembre 1983 se produce un accidente aéreo de la compañía Avianca que se estrelló en Mejorada del Campo. Tan sólo 10 días después, 91 personas perdían la vida en otro accidente aéreo en el Aeropuerto de Barajas debido al choque entre dos aviones en la pista de despegue.  De los 172 pasajeros y tripulantes a bordo, 154 murieron y 18 sobrevivieron. En la operación de rescate intervinieron alrededor de 230 sanitarios, 170 policías, 70 bomberos (AENA, Ayuntamiento de Madrid y Comunidad de Madrid) y cerca de 45 ambulancias. 

De nuevo, otros diez días más tarde, el 17 de diciembre, a las cinco menos cuarto de la madrugada, se produce un incendio en la Discoteca Alcalá 20, ubicada en los bajos del Teatro Alcázar, que dejó un balance de 81 personas muertas  y 24 heridos de las 300 que estaban en ese momento, cerrando con éste, un año trágico para Madrid.

En enero de 1984 se firma un nuevo Reglamento y en 1986 fue inaugurada la Escuela de Protección Civil y Bomberos en el parque de Vallecas. Este mismo año, el Cuerpo perdería a otro compañero en acto de servicio, mientras luchaba contra el incendio del Ministerio de Economía al caer por un hueco de 10 metros de altura. 

El 4 de septiembre de 1987 por la tarde se declara un segundo incendio (el primero en 1964) a las 19:40 en la tercera planta en los Almacenes Arias de la calle de la Montera, que tendría un trágico final, ya que el día 5, en las tareas de enfriamiento, el edificio se vino abajo sepultando a 10 bomberos de la capital.

Antes de finalizar el siglo, se sustituye el casco tipo americano por uno tipo francés, llamado Gallet F1, un casco integral con pantalla dorada y soportes en los laterales para enganchar la máscara. ( Puedes leer la historia del Gallet en el enlace https://historiabomberos.blogspot.com/2021/07/historia-y-caracteristicas-del-casco.html ).

Siglo XXI

Un derrumbamiento de un edificio de cuatro plantas en la calle Gaztambide sorprende en marzo de 2001 con un muerto (mendigo de la zona) y once heridos. El 28 de junio de 2001, se produce un incendio y el colapso de la cubierta de el Palacio de los Deportes, ubicado en la calle Goya 143. El pabellón de 2.500 metros cuadrados, quedó totalmente destruido. Tres operarios trabajaban sobre la cubierta del Palacio de los Deportes de Madrid sellando los agujeros del techo para acabar así con las goteras. Uno de los obreros estaba pegando la tela asfáltica a las placas de aluminio con un soplete cuando se resbaló y la herramienta se le cayó de las manos, prendiendo entonces la techumbre sobre las 8:10.

El 11 de marzo de 2004 se producen en Madrid (11M), el mayor atentado terrorista en territorio español. Varias explosiones en diferentes trenes de cercanías en las estaciones de Atocha, Santa Eugenia, El Pozo y en la cale Téllez, dejaron el aterrador balance de 192 fallecidos. Los bomberos intervinieron desde los primeros momentos en el rescate de las personas atrapadas movilizando unos 250 bomberos y 28 vehículos pesados y 10 ligeros.

El 15 de julio de 2004, un incendio en una subestación eléctrica de Unión Fenosa de la calle Alameda, provocado por la explosión de un transformador, ocasionó de 40.000 hogares se quedasen sin suministro eléctrico. Apenas mes y medio más tarde, en Méndez Álvaro, otro transformador de la misma compañía también dejaría sin suministro cerca de un millón de personas sin electricidad.

El 12 de febrero de 2005 en uno de los rascacielos más emblemáticos de la capital, el edificio Windsor (Calle Raimundo Fdez. Villaverde 65), se produjo un gigantesco incendio que se inició en la planta 21. El edificio tenía 28 plantas y 106 metros de altura. En su extinción trabajaron unos 180 bomberos con 32 vehículos, además de 25 efectivos y 8 vehículos de los bomberos de la Comunidad de Madrid.

Incendio de la Torre Windsor (2005)


ETA rompía su alto al fuego el 30 de diciembre de 2006 con una gran explosión con furgoneta bomba en módulo D de la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas. Los trabajos se dedicaron principalmente apagar incendios y a la búsqueda de dos personas ecuatorianas que en ese momento dormían en su coche. Se desplazaron hasta aquí 278 efectivos municipales, 6 dotaciones de los bomberos de la Comunidad y los bomberos de AENA.

Atentado de ETA en el módulo D de la Terminal 4 de Barajas (2006)


El vuelo JK5022, de la compañía Spanair, el 20 de agosto de 2008 se estrella en Barajas tras el despegue dejando un balance de 18 supervivientes y 154 muertos. El día 20 de noviembre de 2017 se puso fin a 134 años de historia del antiguo Parque 6º, inaugurado como Delegación de Incendios en febrero de 1884. Un parque con una puerta de vehículos tan histórica como angosta, con una plataforma giratoria del patio, donde entraban los camiones de frente, se giraban y se dejaban listos para salir otra vez. Fue antes puesto, con cuba y bomba tirado por mulos y después caballos, para ir más rápidos. Allí llegó el primer vehículo de motor en 1908, un Bayart-Clement, para el médico, el corneta y los jefes.

En marzo del 2020, un virus especialmente contagioso que llamaron Covid-19, inicia una pandemia tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Además de tareas las propias de bomberos, se realizan tareas como distribución de alimentos, descontaminación de residencias de ancianos y hospitales. En el improvisado hospital de IFEMA, mientras que los bomberos de la Comunidad de Madrid, gestionaban el almacén de productos médico sanitario, los bomberos del Ayuntamiento construyeron en las galerías subterráneas de los pabellones un sistema de oxígeno, aire y vacío junto a autónomos y parados voluntarios en apenas 3 días.

En la Torre Ámbar, en la calle Dulce Chacón, se declara un incendio a primera hora de la mañana en su azotea por una barbacoa mal apagada, y acabó devorando los cuatro últimas de sus 20 plantas el día 29 de agosto de 2021. Las llamas afectaron a ocho viviendas pero en ningún momento a la estructura. Se desplazaron hasta allí 33 dotaciones de bomberos incluyendo dos autoescalas de 70 metros. 

Torre Ámbar (2021)

En enero del 2021, una gran nevada provocada por una borrasca (denominada Filomena) soterró Madrid bajo casi 50 cm de nieve. Provocó el caos en la ciudad durante varios días y los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para dar respuesta a las centenares de intervenciones que Madrid reclamó (un 400% más de intervenciones). Personas atrapadas en vehículos, rescates, llevar a gente a hospitales, retirada controlada de acumulación de nieve en cornisas, árboles y ramas caídos fueron algunos de éstos trabajos. Se dice que quedaron dañados un 40% de todos los árboles de la capital (unos 650.000). El 20 de enero de 2021, se produce una explosión en un edificio del número 98 de la calle Toledo (muy próximo al parque de bomberos), en un edificio parroquial de la Iglesia de la Virgen de la Paloma, que dejaría un balance de cuatro fallecidos y 10 heridos.

En torno a los años 2021-2022, el casco Gallet F1 se sustituye por otro del mismo fabricante pero más moderno, el MSA Gallet F1 XF.

El 1 de diciembre de 2023, un helicóptero se estrelló en el km 6 de la autopista M-40 sin generar fallecidos.

Referencias

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 Revista Blanco y Negro. 1 de octubre de 1960. Publicación "!Fuego!"

Libro de la Historia del Cuerpo de Bomberos de Madrid (de los matafuegos al Windsor 1577-2005). Ediciones La Librería. 2005. ISBN 84-96470-08-3Juan Carlos Barragán Sanz y Pablo Trujillano Blasco.

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Esmadridnomadriz http://esmadridnomadriz.blogspot.com/2012/01/los-misteriosos-incendios-de-los.html

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Cadena de radio SER https://cadenaser.com/emisora/2017/03/11/radio_madrid/1489235831_721304.html

Página por las calles de Madrid https://porlascallesdemadridblog.wordpress.com/2018/08/28/incendio-real-armeria 

Centro Cultural Conde Duque https://www.condeduquemadrid.es/conde-duque/historia-del-edificio

Fotos

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