El primer bombero de la historia (Marco Licinio Craso)

 En la antigua Roma los incendios eran muy comunes, ya que era una urbe en que cientos de miles de personas vivían entre lámparas de aceite y montones de paja, tenderetes y vigas de madera,  y una persona, ambiciosa y cruel, "Marco Licinio Craso", decidió sacar tajada de ello. 
Marco L. Craso, era un famoso Senador y General romano conocido entre otras cosas por conseguir matar a Espartaco y llegó a formar parte del Primer Triunvirato con Julio César y Pompeyo.
Aunque se cree que ya existían bomberos en el antiguo Egipto y Grecia, Marco L.C. fundó la primera Brigada de extinción de incendios en el siglo I a. C. en la ciudad de roma con un grupo de unos 500 esclavos, entre los que había arquitectos y maestros de obra.
Cuando se declaraba un incendio, Craso acudía al incendio con su Brigada, pero no actuaban. Éste negociaba con el  dueño la compra de su propiedad en llamas a un precio irrisorio y sólo cuando el dueño accedía a la venta en condiciones ventajosas para Craso, sus esclavos ponían en funcionamiento sus bombas de agua para extinguir el incendio. Si no llegaban a un acuerdo, simplemente, dejaban que ardiese hasta los cimientos. Las personas de esta época, preferían tener algo de dinero, antes que una propiedad quemada, por lo que Marco L. Craso se hizo con innumerables propiedades en la ciudad.
Tal era la codicia de Craso, que tras comprar la propiedad en llamas y sus esclavos la reconstruyesen, alquilaba dicha propiedad al mismo dueño que de manera desesperada se la vendió. De hecho, se dicen que sus propios esclavos de este especulador, eran los "pirómanos" que iniciaban los incendios según relata el historiador Plutarco, lo que convertía el negocio en algo más miserable aún.
Craso se hizo inmensamente rico especulando con su grupo de incendiarios, incluso, dicen que fue el más rico de la antigüedad, ya que sus negocios incluían desde el servicio de extinción hasta casas de prostitución. Su fortuna, calculada por Plinio estaba en unos 200 millones de sestercios, o por Plutarco, quien la calcula en 7,100 talentos (alrededor de 8,400 millones de Dólares en la actualidad). Pero en esta época, no se tenía reputación si ésta no iba unida a la carrera militar, por tanto, Craso llegó a pagar los servicios de la legión para que lucharan en batallas, como la que venció a los esclavos rebeldes de Espartaco. Gracias a sus riquezas consiguió ir ascendiendo por todos los peldaños de la carrera militar romana, hasta llegar a ser senador. Tal era su codicia, que fue capturado por los partos tras la derrota en la Batalla de Carras (Mesopotamia), y murió en el 53 a.C. porque le obligaron a beber oro fundido a la frase de "sáciate de este metal al que eres tan ávido".
Evidentemente, estos bomberos "privados" no estaban muy bien vistos con este estilo de  negocio "ignis et rapina" (fuego y pillaje), y hubo que esperar hasta el año 6 d.C. para que empezase a funcionar el primer "servicio público" de extinción de incendios (gratuito) creado por el senador Marco Egnanio Rufo y posteriormente al 22 d.C. con "Las Cohortes de Vigiles" del emperador Augusto (en este blog puede obtener más información   
https://historiabomberos.blogspot.com/2021/10/historia-de-los-primeros-bomberos.html ).
https://www.cienciahistorica.com/2015/09/17/perverso-negocio-de-bomberos-en-la-antigua-roma/