El edificio rehabilitado tiene dos funciones: una como servicio público (parque de bomberos), y otra como museo de historia de los bomberos de Zaragoza. El Museo del Fuego y los Bomberos comprende el recinto del claustro, con sus fachadas interiores, patio y dos alas del mismo (sur y oeste).
Contenido
- Equipamiento personal: cascos (no todos expuestos), uniformes, máscaras
- Camiones, coches, bombas de brazal, bicicletas.
- Equipos de extinción como cubos, lanzas y monitores, bombas, mangueras y extintores.
- Carteles y fotografías.
- Objetos históricos como instrumentos de medición, detectores, extintores.
- Maquetas.
- Un pequeño cine con películas divulgativas históricas e infantiles.
La visita
La visita muestra al público la labor que realizan los bomberos, los medios con que cuentan para realizar su trabajo y cómo estos medios han evolucionado.
La visita al museo comienza en la Sala 1, donde puede verse una colección de sellos relacionados con el fuego, los bomberos y la prevención. A continuación se accede al claustro. En el primer corredor, unos paneles explican la situación, historia y arquitectura de los restos conservados del edificio y sus vicisitudes hasta nuestros días. En el segundo corredor, se realiza una recreación sobre diversos aspectos del fuego mediante imágenes y paneles explicativos.
La Sala 2 está dedicada a los Bomberos de Zaragoza. Se muestra la evolución de su vestuario y útiles desde el año 1946 hasta nuestros días. La visita se ameniza con una proyección de fotos. Además, puede consultarse en una pantalla, en tiempo real, los servicios que están atendiendo los bomberos.
En el sótano hay dos salas. La primera, la Sala 3, recoge material relacionado con los bomberos, como uniformes de las distintas especialidades, útiles y herramientas, escaleras, pértigas...
En la Sala 4 se exponen diferentes utensilios empleados en la extinción de un incendio: trapos, tinajas, toneles, cubos, bombillos manuales, extintores, mangueras, lanzas, carros porta mangueras y bombas manuales.
La salida da al claustro para contemplar, en el cuarto corredor, las bombas manuales de mayor tamaño y una bomba de vapor y, en el patio, los vehículos a motor: carros extintores, carretes de mangueras, bicicletas, escaleras extensibles, camiones, automóviles...
Datos del museo
Dirección: C/ Santiago Ramón y Cajal, 32
Teléfono: 976 724 262
En la restauración ha primado el respeto a los elementos que definen el estilo original del edificio, como la cúpula barroca, sótano de arcos de ladrillo, forjados de madera, fachadas primitivas y el patio claustral que se le ha dotado de una cubierta.
Fax: 976 724 263
Correo electrónico: museofuegobomberos@zaragoza.es
El precio general es de 3'20€, y los menores de 8 años y mayores de 65, entran gratis.
Rehabilitación del edificio
El proyecto de rehabilitación de este edificio fue sufragado por el Ayuntamiento de Zaragoza y el Ministerio de Vivienda, teniendo que hacer frente a un inmueble muy deteriorado cuyos múltiples usos terminaron por influir en su estado.
En la restauración ha primado el respeto a los elementos que definen el estilo original del edificio, como la cúpula barroca, sótano de arcos de ladrillo, forjados de madera, fachadas primitivas y el patio claustral que se le ha dotado de una cubierta.
Se han introducido materiales como los hormigones hidratados, la madera, los policarbonatos translúcidos, los aceros y las pinturas antioxidantes. El color del edificio combina la neutralidad de la cal tintada en negro de algunos muros y de las fachadas exteriores, con el blanco de las cúpulas y el rojo del patio, en clara alusión al fuego.
En la galería, se han logrado conservar algunas bóvedas de crucería típicas de la arquitectura monástica y se han evocado en el bajo techo construido en pladur a lo largo de los porches. También se ha actuado en los muros interiores de ladrillo viejo, con trabajos de limpieza, rejuntado, restauración y zonas de nueva construcción. La solución final, mediante la aplicación de un tinte rojizo y pintura transparente, da unidad al conjunto y permite distinguir los materiales nuevos de los viejos.
El conjunto se organiza en cuatro plantas: sótano, baja y dos alzadas, en uno de cuyos extremos se sitúa el Parque de Bomberos.