La historia de la manguera de contraincendios

Van der Heyden (Gorinchem, 1637-Amsterdam, 1712)

La primera conducción de agua de la que se tiene noticia, fueron cañas conectadas que llevaban el agua a las terrazas cultivadas de Asia Menor hace 5000 años. Pero aquel material presentaba un problema: su rigidez hacía que se rompieran con facilidad. El sabio inventor y físico griego del siglo III a.C. Ctesibio había inventado una manguera contra incendios basada en el principio físico del bombeo por presión, que sería uno de los principales elementos del bombero romano. En la Edad Media se olvidaron todos aquellos avances y sus ideas para sofocar los incendios no fueron más allá del acarreo de cubos de agua allá donde fuese necesario.

Pero a mediados del siglo XVI se emplearon unos tubos de madera orientables utilizados como manguera para extinción de fuegos, habían sustituido al cubo y al hacha.

Pero oficialmente, la primera manguera para bomberos de la historia estaba fabricada en cuero de unos 50 pies con una sola costura y la utilizó por primera vez el inventor y jefe de bomberos holandes "Jan Van der Heyden" de la ciudad de Amsterdam en 1673. En la actualidad, se puede observar el ejemplar original en una sala del Museo de Bomberos de la localidad holandesa de Hellevoestsluis. Se trata de una manguera de 10 metros de longitud y realizada con piel curtida de vaca. La manguera de cuero cosida funcionaba tan bien como podía. Las costuras pueden tener fugas o incluso explotar debido al exceso de presión, además, el cuero también se puede agrietar o secar.

Sección de manguera de alrededor de 1840

Alrededor de 1780, las mangueras de cuero se empiezan a sustituir por un tejido de lona. Los remaches de metal se agregaron más de un siglo después, desarrollados en 1807 (o 1808) por un par de bomberos de Filadelfia. Ataron las costuras de su manguera de cuero con remaches de cobre en lugar de coser. Esto funcionó de maravillas, permitiendo presiones más altas y un mayor flujo de agua. Con una doble hilera de remaches de cobre, que suman 22 por pie, el resultado fue una sección de manguera casi a prueba de fugas. También podría soportar una presión más alta de 200 libras por pie cuadrado (14 kg/cm2). La manguera de cuero remachada en metal era pesada, sin embargo. Los largos de cincuenta pies pesaban alrededor de 85 libras (38,5 Kg.) excluyendo los racores. Tampoco era la manguera de cuero muy flexible, se volvió rígido con el uso y difícil de rodar o doblar. Por lo tanto, se desarrollaron carretes para transportar la manguera. Las longitudes más largas podrían enrollarse en carretes montados en un carro de dos o cuatro ruedas. Las de goma no aparecieron hasta 1835 en México, pese a que este material se usaba desde el siglo XVI. La manguera de este material proporcionaba más flexibilidad que la de cuero y la posibilidad de enrollarla, lo que causó tal sensación que un anuncio de la época hablaba del caucho como “la cosa más extraordinaria que se ha visto nunca”. En el año 1850 había mangueras de gutapercha (goma translúcida flexible) En 1914 se dio un paso más con el nacimiento de la primera manguera de goma sintética. En 1924,los bomberos del ayuntamiento de Madrid, incorpora las mangueras de lino y los racores tipo Barcelona que se usan en nuestros días.

En la actualidad, las manguera tipo “armtex” y "blindex" (utilizada por el Cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid), son mangueras de gran resistencia ante el calor, las llamas, la tracción, el rozamiento, la presión y los productos químicos. En España se usan en diámetros de 25, 38, 45, 70 y 100mm de diámetro interior con racores tipo Barcelona (UNE 23400).

Los materiales actuales en las mangueras constan de varias capas, una capa interior y exterior de caucho nitrílico sintético de alta resistencia, con una capa intermedia de telade hilo de poliéster de alta tenacidad. Algunas, tienen una cuarta capa de caucho sintético con fibras de para-aramidas la dota de una excelente protección externa y máxima durabilidad.